Aquí os dejamos un cuento explicativo, de lo que está ocurriendo.
Había una vez en un país muy, muy cercano, un virus que era conocido con el nombre de Coronavirus. Este virus, como todo el mundo que se pone una corona en nombre o en la cabeza, quería conquistar todo el mundo y como no tenía piernas la única manera que tenía de hacerlo era ir saltando de persona en persona.
Vinieron los hombres y las mujeres más fuertes (o mejor dicho, las mujeres y los hombres que se creían los más fuertes) de todo el mundo, pero ninguno fue capaz de ganar al virus, ya que éste era tan pequeño que siempre sabía cómo esquivar los golpes.
- Y si es tan pequeño, como lo podemos ganar? - empezó a preguntarse todos.
- Muy fácil! - dijo un niño que pasaba por allí (un niño, que es todos los niños, y que en este cuento simboliza el sentido común, una característica humana que a menudo vamos perdiendo a medida que nos hacemos mayores, al igual que la capacidad de ver elefante dentro de la boa de "El principito").
-Si no tiene piernas - siguió el niño - nosotros somos sus piernas. Si nos quedamos todo el tiempo que podamos en casa, no podrá seguir avanzando, y el venceremos sin luchar, que es la forma en que se ganan las luchas más importantes de la vida - dijo el niño dejando a todo el mundo boquiabierto.
Y así fue como todos los niños se quedaron dos semanas en casa, y como los adultos aprendimos un poco de sentido común de los niños. Así fue como todo el mundo tuvo tiempo de volver a leer "El principito", y entenderlo. Y así fue como entender que las victorias de verdad se ganan con unas armas que son invisibles a los ojos.
(Texto Victor Espiga. Ilustración autor desconocido)
Os enviamos una propuesta que nos ha gustado mucho y anda por las redes:
- Pintar un arcoiris con un mensaje positivo y colgarlo de vuestro balcón o ventana.
- Las familias también pueden subirlo a este enlace y lo veremos todos.
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